A Hugh Herr le gusta subirse al escenario vestido con un pantalón corto y una americana. Elegante pero informal, como el casi legendario Angus Young de AC/DC. Pero al contrario que el guitarrista, este científico estadounidense bromea afirmando él se depila cuidadosamente antes de cada conferencia. En realidad no le hace falta, porque las piernas de Herr son biónicas: las suyas, las que le venían de serie cuando llegó al mundo en 1964 le fueron amputadas después de un accidente de montaña.
La de Herr es una de esas historias de superación personal que, de haber sido escrita por algún guionista, consideraríamos excesivamente fantástica. La máxima que ha guiado sus esfuerzos desde que perdió las dos piernas con 18 años ha sido que los seres humanos no se rompen, es la tecnología la que se estropea, por lo tanto la tecnología es insuficiente y hay que mejorarla. Esa idea simple y poderosa le marcó un objetivo en su vida: eliminar su discapacidad y ayudar a otros con problemas similares. Así fue como Herr pasó de ser un deportista notable para convertirse en un ser humano asombroso.
Doctor en Biofísica por la universidad de Harvard y master en Ingeniería Mecánica por el MIT, Hugh Herr dirige el grupo de investigación de biomecatrónica en el MIT Media Lab. Esta nueva ciencia interdisciplinar agrupa conocimientos de mécanica, electrónica, biología, robótica y neurología con el objetivo de que la discapacidad motora de los seres humanos pase a la historia. Y si a la cabeza de estos proyectos se encuentra un tipo con la convicción de Herr, habrá que creerle cuando asegura que, en muy poco tiempo, fabricaremos prótesis tan perfectas que funcionarán mejor que nuestros miembros, dotándonos de nuevas capacidades y habilidades.
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